Que quede claro que Santo Tomás no aristoteliza el cristianismo, sino que cristianiza Aristóteles. Que quede claro que jamás pensó que con la razón se pudiera comprender todo, sino que todo se comprende con la fe: sólo quiso decir que la fe no estaba en desacuerdo con la razón, y que, por tanto, aquí también podía permitirse el lujo de razonar, huyendo así del universo de la alucinación. Se comprende así por qué, en la arquitectura de sus obras, los capítulos principales sólo hablan de Dios, de los ángeles, del alma, de la virtud y de la vida eterna; pero, en el interior de estos capítulos, todo encuentra un lugar más que racional, "razonable". En el interior de la arquitectura teológica, puede entenderse porque el hombre conoce las cosas, por qué su cuerpo está hecho de determinada manera, porque tiene que examinar hechos y opiniones para poder decidir, y resolver las contradicciones sin ocultarlas, sino tratando de conciliarlas a plena luz.
Tomado de: Umberto Eco. Elogio de Santo Tomás.
En el texto la expresión "jamás pensó que con la razón se pudiera comprender todo, sino que todo se comprende con la fe: sólo quiso decir que la fe no estaba en desacuerdo con la razón", nos da a entender que en la Edad Media: