Un grupo de activistas que defiende los derechos de los animales busca evitar que un centro de investigación siga utilizando cerdos para sus experimentos, pues los tratamientos incluyen procedimientos que se consideran maltrato y que en algunos casos terminan en la muerte de los animales. Por su parte, los investigadores defienden su uso, pues estos animales proveen la mejor plataforma para desarrollar sus medicinas sin poner en riesgo vidas humanas. Además, mencionan que el laboratorio no viola ninguna de las normas existentes sobre investigación con
animales y que su labor permite proteger la vida de las personas.
Las divergencias de intereses entre científicos y activistas radican en que: