Érase una vez un niño que anhelaba, más que nada en la vida, ir al País de las Matemáticas.
Quería trepar por la geometría y deslizarse por largas operaciones y fracciones. Ahí no vivían más que cifras,bellas cifras con las que uno podía hacer toda
clase de acrobacias. Desde contarse los dedos de los pies hasta calcular el tiempo que un astronauta tardaría en recorrer la distancia entre la Tierra y la luna...
Hoy te toca viajar a ti por el "País de las Matemáticas",muchos éxitos!!