“Es universalmente conocido el rápido y milagroso desarrollo, en estos últimos años, de las industrias y del comercio en nuestro país, como son también conocidos los efectos del progreso sobre la renta y sobre la fuerza de la nación; y si se consideran causas inmediatas de este incremento, resultará claro que, después del favor de la Providencia, deberá ser atribuido sobre todo al espíritu de empresa y a la industriosa actividad difundidos en un pueblo libre e instruido, al cual se le ha permitido ejercitar sin restricciones sus talentos en el empleo de un vasto capital; impulsando al máximo el principio de la división del trabajo; poniendo en contribución todos los recursos de la investigación científica y de la ingeniosidad mecánica (...)”. (Fuente 3: Informe de Comisión de la Cámara de los Comunes sobre la expansión de la Industria de lana, Londres, 1806)
El texto anterior refleja la realidad sobre el incremento industrial en Inglaterra, y la relación del progreso comercial y la nación. A partir de su lectura y el contexto socioeconómico del siglo XIX, es correcto señalar que
I) Expresa el sentimiento del progreso personal, a partir de los beneficios económicos de las personas.
II) Evidencia una estrecha relación entre los intereses económicos personales y los objetivos
como nación.
III) Manifiesta que el progreso personal se basa solamente en una dimensión económica para lograr sus objetivos.