Si el Estado tiene su origen en la necesidad que tienen los hombres de subsistir, de asociar sus fuerzas y ayudarse mutuamente, la unidad del Estado debe ser el resultado de la armonía de las voluntades y el equilibrio de los intereses. En el Estado existen tres clases, que corresponden precisamente a las facultades de razón, valor y deseo. La clase animada por el deseo es amiga de la ganancia, comprende a los artesanos y labradores, que tienen a la templanza por virtud. Sus almas están compuestas del hierro y del bronce, y su finalidad en el Estado es satisfacer la necesidad de vivir. La clase animada por el desprecio al peligro y el amor a la gloria es la de los guerreros. Su virtud es el valor, sus almas están elaboradas con el noble metal de la plata y tiene por misión satisfacer la necesidad de defenderse que tiene el Estado. La tercera clase, la de los magistrados, corresponde a la razón; su virtud es la prudencia, sus almas están fabricadas con el más noble metal: el oro; y su misión en el Estado es la de gobernar. Los labradores y artesanos deben obedecer a los guerreros y a los magistrados.
PLATÓN
La República
1. La jerarquía de las clases al interior del Estado está en función de: