Valores Fundamentales

AMOR INCONDICIONAL

• Somos libres para ser quienes Dios diseñó que fuésemos.

• Vivimos sin secretos.

• Caminamos y construimos juntos un futuro.

• Amamos al pecador sin consentir el pecado.

COMPASIÓN

• Usamos nuestra historia para inspirar a otros.

• Podemos entender la angustia de los que sufren porque hemos estado allí.

• Admiramos, valoramos y tratamos a cada persona con la misma dignidad que todos merecemos.

• Somos congruentes entre lo que enseñamos y vivimos.

INTEGRIDAD

• Vivimos sin secretos.

• Admiramos, valoramos y tratamos a cada persona con la misma dignidad que todos merecemos.

• Somos congruentes entre lo que enseñamos y vivimos.

• Caminamos y construimos juntos un futuro.

TESTIMONIO

• Usamos nuestra historia para inspirar a otros.

• Amamos al pecador sin consentir el pecado.

• Acompañamos a otros en la decisión de reconciliarse con Dios, con ellos mismos y con las personas más significativas.

• Somos libres para ser quienes Dios diseñó que fuésemos.

RESPETO

• Caminamos y construimos juntos un futuro.

• Somos congruentes entre lo que enseñamos y vivimos.

• Podemos entender la angustia de los que sufren porque hemos estado allí.

• Admiramos, valoramos y tratamos a cada persona con la misma dignidad que todos merecemos.

TRANSPARENCIA

• Podemos entender la angustia de los que sufren porque hemos estado allí.

• Somos libres para ser quienes Dios diseñó que fuésemos.

• Vivimos sin secretos.

• Usamos nuestra historia para inspirar a otros.

RECONCILIACIÓN

• Acompañamos a otros en la decisión de reconciliarse con Dios, con ellos mismos y con las personas más significativas.

• Somos congruentes entre lo que enseñamos y vivimos.

• Amamos al pecador sin consentir el pecado.

• Podemos entender la angustia de los que sufren porque hemos estado allí.

LIBERTAD

• Caminamos y construimos juntos un futuro.

• Somos libres para ser quienes Dios diseñó que fuésemos.

• Usamos nuestra historia para inspirar a otros.

• Vivimos sin secretos.

SOMOS UNA FAMILIA

• Caminamos y construimos juntos un futuro.

• Admiramos, valoramos y tratamos a cada persona con la misma dignidad que todos merecemos.

• Acompañamos a otros en la decisión de reconciliarse con Dios, con ellos mismos y con las personas más significativas.

• Podemos entender la angustia de los que sufren porque hemos estado allí.