TEXTO I: (Preguntas 1 a 8)
SILVIA Estoy a favor de la revocatoria de la alcaldesa Susana Villarán y de sus regidores metropolitanos por 4 razones políticas más que técnicas. En primer lugar, ella ha mostrado una actitud soberbia y prepotente. Desde su inicio, la gestión Villarán se mostró convocante y plural de la boca para afuera. La realidad apreciable en todas las sesiones del Concejo Metropolitano fue una actitud arrogante, soberbia, prepotente y sectaria. La bancada de mayoría, literalmente, aplastaba las propuestas y solicitudes de la oposición. Lo que al inicio no era percibido por la población ha pasado a ser la principal fuente de desaprobación de la gestión. Por otro lado, la gestión ha sido mucha pompa, poco impacto: Susana Villarán se vendió durante las elecciones como “una luchadora social”, imagen que ha descuidado como alcaldesa y que entra en una verdadera contradicción con su acción política. Mientras que una de sus propuestas fue apoyar con S/.100 nuevos soles a las madres dentro del Programa del Vaso de Leche - Cercado, la obra fundamental de sus primeros 12 meses de gestión ha sido el Proyecto “La Herradura”: un verdadero gasto de dinero en nuevos estacionamientos para vehículos privados, algunas mejoras urbanísticas y unas cuantas toneladas de arena llevadas por el mar a las pocas horas. Además, no se puede negar el doble discurso que se ha visto. Susana Villarán y su equipo político criticaron por meses al alcalde Luis Castañeda por utilizar políticamente el aparato municipal, como una suerte de propaganda política. Al llegar al municipio, Fuerza Social y la confluencia “Lima Para Todos” debía evitar repetir las formas que criticaron a Castañeda, pero, lamentablemente, utilizan el mismo formato comunicativo. Por último, en este gobierno se ha evidenciado la preferencia en contratación de amigos. Las denuncias sobre contratación de amigos y militantes de Fuerza Social (que no cuentan con preparación ni experiencia) en cargos relevantes de la administración municipal podrían ser la principal razón de la inacción vivida por 12 meses. Augusto Rey Hernández, un bachiller sin mayor experiencia municipal, pasó a reemplazar a un conocido técnico en inversión privada como asesor de la Gerencia de Promoción a la Inversión Privada. Mención aparte merece la contratación de la hija del congresista, y aliado de Susana Villarán, Javier Diez Canseco para un puesto de comunicadora social, la cual, con mínima experiencia, le arrebató el cargo a una especialista. Por todo esto, es evidente que es una necesidad para Lima que se revoque a la alcaldesa en la próxima consulta popular.
NORMA Considero que la alcaldesa Susana Villarán debe terminar sus años de mandato. En primer lugar, no hay causa flagrante que justifique la revocatoria de la alcaldesa ni de los regidores. Si la gestión actual fuera desastrosa, se podría pensar en votar por el SÍ el 17 de marzo, pero eso no es cierto. La actual gestión municipal no es perfecta y tuvo un mal arranque, pero no es ningún desastre y, luego de algunas correcciones, ha mejorado bastante y logrado encaminar reformas importantes para Lima. Otro aspecto importante para optar por el NO es que la revocatoria cancelaría la reforma del transporte público para corregir un caos que no fue afrontado por las administraciones anteriores por su incapacidad de enfrentar a mafias en ese sector. La actual administración municipal demostró en La Parada la capacidad de enfrentar una crisis para corregir un problema luego del fracaso del primer operativo policial. Además, la actual gestión se maneja con honestidad, algo que la diferencia de la administración previa de Luis Castañeda, severamente manchada por Comunicore. Hay empresas vinculadas con la prestación de servicios y obras municipales que estaban acostumbradas a ganar contratos dejando una tajada en el bolsillo del que tomaba las decisiones. Eso ha cambiado. Lo más importante es que la revocatoria afectaría principalmente a la ciudad por la inestabilidad e incertidumbre derivadas de tener tres alcaldes en tan poco tiempo. Si hubiera una causa flagrante que justificara la revocatoria, valdría la pena gastar cien millones de soles del erario en esta votación. Pero no la hay. Todo lo mencionado debe ser prueba suficiente para no elegir el sí como una opción, y dejar que Villarán culmine con su periodo.
1. De acuerdo a lo esgrimido por SILVIA, sus cuatro razones políticas etiquetarían a la alcaldesa como una persona
I. arrogante. II. despreocupada. III. corrupta. IV. inconsistente.
A. Solo I y II
B. Solo II y III
C. Solo III y IV
D. Solo I y IV