Dios salva al pueblo de Israel
Después de los patriarcas, Dios siguió interviniendo en los acontecimientos del pueblo de Israel y en la vida de sus personajes, especialmente a través de Moisés y los profetas. Dios lo hizo para mostrar su gran amor y para revelar su mensaje de salvación.
Moisés libera al pueblo de Israel
El pueblo de Israel vivió durante muchos años en Egipto. Allí, los israelitas llegaron a ser un pueblo muy numeroso. El faraón tuvo miedo de que se apoderaran del país y los convirtió en esclavos. Dios vio cómo sufría su pueblo y eligió a Moisés para liberarlo de la esclavitud. Con la ayuda de Dios, Moisés se enfrentó al faraón y salió con su pueblo de Egipto.
Moisés guio a los israelitas hasta el desierto del Sinaí, donde vivieron cuarenta años. Allí, Dios hizo una alianza con Moisés y le entregó los Diez Mandamientos.
Dios cuida y protege a su pueblo
Durante los cuarenta años que los israelitas vivieron en el desierto, Dios los acompañó y cuidó de ellos de día y de noche.
Cuando se quedaron sin comida, Dios les dio de comer: «El Señor dijo a Moisés: “Mira, haré llover pan del cielo para vosotros”» (Éxodo 16, 4).
Y cuando los israelitas tuvieron sed, Dios les dio de beber: «El Señor dijo a Moisés: “Háblale a la roca y ella te dará agua”» (Números 20, 8).
Según la lectura, ¿por qué Dios hizo todos esos acontecimientos con el pueblo de Israel?