"¿Dejo mis bienes a mi sobrino? No. ¿A mi suegra? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta del sastre. Nunca, de ningún modo para los mendigos. Todo lo dicho es mi deseo. Yo, Facundo Fonseca”.
De acuerdo a la puntuación utilizada, en esta versión del testamento don Facundo entrega su fortuna: