"Con base en la información, identifique los cambios en la investigación a partir de la era digital."
Por más de 300 años, las enciclopedias han sido las fuentes primarias para recopilar información. Todo el conocimiento que constaba en este tipo de textos se consideraba confiable, pues eran elaborados por un equipo de trabajo integrado por especialistas y editores que se encargaban de analizar y contrastar información antes de publicarla. Por lo tanto la información que llegaba al lector era tomada como información veraz, sin mayores cuestionamientos; a pesar de que la información era confiable no todos podían acceder a esta. Con la llegada de la Internet surgen las enciclopedias digitales, muchas de estas pueden ser modificadas por cualquier persona con acceso a la red. Así, las posibilidades de difundir la información crecen y la cantidad de contenidos aumenta por lo que el lector o investigador necesita adquirir el hábito de contrastar la información para seleccionar lo más confiable. Por esto una forma de lectura no meramente receptiva es fundamental.