Examen simulacro Aprueba UNAM

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1st - 10th Grade

120 Qs

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Examen simulacro Aprueba UNAM

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120 questions

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1.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

30 sec • 1 pt

Cuando se condiciona al interlocutor, buscando convencerlo, la función de la lengua es

A) Metalingüística.

B) Referencial.

C) Apelativa.

D) Emotiva.

2.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

45 sec • 1 pt

¿Cuál de los siguientes conjuntos está compuesto solo por adjetivos?

A) Filial, tutelar, potable, cálido

B) Difícil, momia, vieja, natural

C) Reprobado, aromático, cansado, sol

D) Sopa, pesado, folleto, comprado

3.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

45 sec • 1 pt

El enunciado con predicado subrayado es

A) Vivíamos hace algunos años en la colonia Roma.

B) En 1965, se transmitió teatro clásico por televisión.

C) Las costumbres sociales han cambiado notablemente.

D) Nuestro idioma debe ser estudiado con gran seriedad.

4.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

30 sec • 1 pt

En el siguiente enunciado Como reza el dicho alemán: “una buena conciencia es la mejor almohada”. Se utilizan las comillas porque

A) Se indica un sentido irónico.

B) Indica una frase popular.

C) Indica un pensamiento.

D) Se citan palabras de otra persona.

5.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

3 mins • 1 pt

A partir de lo que se implica o se afirma en el texto siguiente, contesta las preguntas

Existen dos maneras para conseguir un hueso. Una es profanar las tumbas y cargar un costal de esqueletos; la otra, extraer un mineral llamado hidroxiapatita y sacarle un polvo blanco. El esmalte de los dientes contiene más del 99% de hidroxiapatita en forma densa, y casi el 65% de los huesos está compuesto de una versión más porosa de este mineral. El resto del hueso es fibra de colágena, una proteína que lo hace flexible, además de algunas células vivas. Si el mineral se puede conseguir, ¿por qué los doctores y los dentistas no lo utilizan para fabricar huesos y dientes nuevos?

Por supuesto que lo han intentado, pero su tecnología para fabricarlos los ha defraudado. Se necesitan temperaturas de 800 a 900°C para cocer el polvo y endurecerlo. La parte de hidrógeno y de oxígeno del mineral se evapora mucho antes de alcanzar esta temperatura. La cocción resultante es demasiado suave por lo que es necesario agregar materiales tales como el silicio para endurecerlo. Es entonces cuando se pierde la mayoría de las ventajas de utilizar el hueso natural. El injerto no se suelda al hueso natural, aunque es mejor no traerlo.

Quizás el polvo blanco no es el material adecuado. Después de todo, el cuerpo no produce su hidroxiapatita a partir de polvo. Aunque se desconoce cómo lo hace, la estructura del material es tan simple que es relativamente fácil sintetizarlo en el laboratorio. En 1987, el doctor Richard Lagow de la Universidad de Texas, en Austin, anunció que podía fabricar dientes y huesos naturales.

Aproximadamente, 200 compañías interesadas lo acosaron, pero tenía mucho más que aprender antes de estar listo para instalar una fábrica de huesos. En la actualidad, los puede hacer prácticamente de cualquier tamaño, forma o densidad; ha experimentado con conejos, cerdos, perros y monos; ahora, algunos tejanos ya portan dientes postizos, que no lo son del todo.

Algunos de los conejos que recibieron injertos siguen viviendo tres años después de la implantación (se les quitó una rebanada de hueso de una pata y se les reemplazó por una de hidroxiapatita sintetizada, sostenida con un vástago de acero). El doctor Lagow se sorprendió al descubrir que los injertos artificiales gradualmente se convierten en hueso natural. Algunos ya han sido reemplazados en un 85%. Esto sucede en la misma forma en que el hueso crece naturalmente; en cualquier momento se regenera el 5% de los huesos de una persona. Primero unas células llamadas osteoclastos, que se producen en la médula ósea, disuelven el hueso con ácidos, y dejan pequeños cráteres. Luego, otras células, denominadas osteoblastos, rellenan los cráteres al sintetizar el hueso nuevo. Los capilares entran al hueso para llevar sangre y vida. Estas reacciones químicas sólo pueden suceder si los poros en la materia hidroxiapatita son del tamaño correcto. La ingeniería química del doctor Lagow rinde frutos. Los injertos óseos con silicio y otras sustancias, y los huesos de cadáveres no logran esto, por lo que nunca se vuelven tan fuertes como el hueso natural.

El uso de los huesos de cadáveres acarrea otros problemas también, primero porque están muertos; segundo, porque son de otro individuo. Aunque han sido irradiados con rayos X, para destruir todo el material genético, el sistema inmunológico del receptor algunas veces los rechaza. Además, cuando se injertan estos huesos en niños a quienes se han quitado huesos cancerosos, la cirugía tendrá que repetirse cuando el chico crezca, para injertarle huesos más grandes.

El uso del mineral del doctor Lagow para fundas y coronas dentales es muy práctico, porque éstas no necesitan crecer o soldarse al hueso natural. Se siente como un diente natural, porque lo es; se expande y contrae al variar la temperatura en el mismo grado que los otros dientes en la boca del paciente. Además, la porcelana utilizada normalmente para la corona es más dura que los dientes naturales, lo que puede desgastarlos. El cambio de las raíces dentales en el que una espiga de metal penetra en la quijada para sostener a una corona de porcelana, también se puede mejorar, ya que sólo dura entre cinco y diez años. Incluso, la versión más porosa del mineral puede aprovecharse para hacer una raíz que crezca dentro de la quijada.

La versión dental dura puede usarse para cambiar los vástagos y las articulaciones de metal en las caderas artificiales y otros injertos actuales. Mientras que en muchos laboratorios de Texas se intercambian y arreglan huesos en animales como piezas de juego en construcción, el doctor Lagow trata de encontrar formas para hacer dientes y huesos a temperaturas más bajas y con equipo más maniobrable. Esto permitiría que los cirujanos hicieran las formas que quisieran en la sala de operaciones y que los dentistas utilizaran el material para incrustaciones.


El hueso artificial consta de hidroxiapatita y

A) Fibra colágena.

B) Oxígeno.

C) Silicio.

D) Células vivas.

6.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

3 mins • 1 pt

A partir de lo que se implica o se afirma en el texto siguiente, contesta las preguntas

Existen dos maneras para conseguir un hueso. Una es profanar las tumbas y cargar un costal de esqueletos; la otra, extraer un mineral llamado hidroxiapatita y sacarle un polvo blanco. El esmalte de los dientes contiene más del 99% de hidroxiapatita en forma densa, y casi el 65% de los huesos está compuesto de una versión más porosa de este mineral. El resto del hueso es fibra de colágena, una proteína que lo hace flexible, además de algunas células vivas. Si el mineral se puede conseguir, ¿por qué los doctores y los dentistas no lo utilizan para fabricar huesos y dientes nuevos?

Por supuesto que lo han intentado, pero su tecnología para fabricarlos los ha defraudado. Se necesitan temperaturas de 800 a 900°C para cocer el polvo y endurecerlo. La parte de hidrógeno y de oxígeno del mineral se evapora mucho antes de alcanzar esta temperatura. La cocción resultante es demasiado suave por lo que es necesario agregar materiales tales como el silicio para endurecerlo. Es entonces cuando se pierde la mayoría de las ventajas de utilizar el hueso natural. El injerto no se suelda al hueso natural, aunque es mejor no traerlo.

Quizás el polvo blanco no es el material adecuado. Después de todo, el cuerpo no produce su hidroxiapatita a partir de polvo. Aunque se desconoce cómo lo hace, la estructura del material es tan simple que es relativamente fácil sintetizarlo en el laboratorio. En 1987, el doctor Richard Lagow de la Universidad de Texas, en Austin, anunció que podía fabricar dientes y huesos naturales.

Aproximadamente, 200 compañías interesadas lo acosaron, pero tenía mucho más que aprender antes de estar listo para instalar una fábrica de huesos. En la actualidad, los puede hacer prácticamente de cualquier tamaño, forma o densidad; ha experimentado con conejos, cerdos, perros y monos; ahora, algunos tejanos ya portan dientes postizos, que no lo son del todo.

Algunos de los conejos que recibieron injertos siguen viviendo tres años después de la implantación (se les quitó una rebanada de hueso de una pata y se les reemplazó por una de hidroxiapatita sintetizada, sostenida con un vástago de acero). El doctor Lagow se sorprendió al descubrir que los injertos artificiales gradualmente se convierten en hueso natural. Algunos ya han sido reemplazados en un 85%. Esto sucede en la misma forma en que el hueso crece naturalmente; en cualquier momento se regenera el 5% de los huesos de una persona. Primero unas células llamadas osteoclastos, que se producen en la médula ósea, disuelven el hueso con ácidos, y dejan pequeños cráteres. Luego, otras células, denominadas osteoblastos, rellenan los cráteres al sintetizar el hueso nuevo. Los capilares entran al hueso para llevar sangre y vida. Estas reacciones químicas sólo pueden suceder si los poros en la materia hidroxiapatita son del tamaño correcto. La ingeniería química del doctor Lagow rinde frutos. Los injertos óseos con silicio y otras sustancias, y los huesos de cadáveres no logran esto, por lo que nunca se vuelven tan fuertes como el hueso natural.

El uso de los huesos de cadáveres acarrea otros problemas también, primero porque están muertos; segundo, porque son de otro individuo. Aunque han sido irradiados con rayos X, para destruir todo el material genético, el sistema inmunológico del receptor algunas veces los rechaza. Además, cuando se injertan estos huesos en niños a quienes se han quitado huesos cancerosos, la cirugía tendrá que repetirse cuando el chico crezca, para injertarle huesos más grandes.

El uso del mineral del doctor Lagow para fundas y coronas dentales es muy práctico, porque éstas no necesitan crecer o soldarse al hueso natural. Se siente como un diente natural, porque lo es; se expande y contrae al variar la temperatura en el mismo grado que los otros dientes en la boca del paciente. Además, la porcelana utilizada normalmente para la corona es más dura que los dientes naturales, lo que puede desgastarlos. El cambio de las raíces dentales en el que una espiga de metal penetra en la quijada para sostener a una corona de porcelana, también se puede mejorar, ya que sólo dura entre cinco y diez años. Incluso, la versión más porosa del mineral puede aprovecharse para hacer una raíz que crezca dentro de la quijada.

La versión dental dura puede usarse para cambiar los vástagos y las articulaciones de metal en las caderas artificiales y otros injertos actuales. Mientras que en muchos laboratorios de Texas se intercambian y arreglan huesos en animales como piezas de juego en construcción, el doctor Lagow trata de encontrar formas para hacer dientes y huesos a temperaturas más bajas y con equipo más maniobrable. Esto permitiría que los cirujanos hicieran las formas que quisieran en la sala de operaciones y que los dentistas utilizaran el material para incrustaciones.


Un injerto artificial elaborado por Lagow consta de

A) Hidroxiapatita sintética y un vástago de acero.

B) Hidroxiapatita, células vivas y silicio.

C) Hidroxiapatita sintética, fibra colágena y polvo blanco.

D) Hidroxiapatita, silicio y polvo blanco

7.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

3 mins • 1 pt

A partir de lo que se implica o se afirma en el texto siguiente, contesta las preguntas

Existen dos maneras para conseguir un hueso. Una es profanar las tumbas y cargar un costal de esqueletos; la otra, extraer un mineral llamado hidroxiapatita y sacarle un polvo blanco. El esmalte de los dientes contiene más del 99% de hidroxiapatita en forma densa, y casi el 65% de los huesos está compuesto de una versión más porosa de este mineral. El resto del hueso es fibra de colágena, una proteína que lo hace flexible, además de algunas células vivas. Si el mineral se puede conseguir, ¿por qué los doctores y los dentistas no lo utilizan para fabricar huesos y dientes nuevos?

Por supuesto que lo han intentado, pero su tecnología para fabricarlos los ha defraudado. Se necesitan temperaturas de 800 a 900°C para cocer el polvo y endurecerlo. La parte de hidrógeno y de oxígeno del mineral se evapora mucho antes de alcanzar esta temperatura. La cocción resultante es demasiado suave por lo que es necesario agregar materiales tales como el silicio para endurecerlo. Es entonces cuando se pierde la mayoría de las ventajas de utilizar el hueso natural. El injerto no se suelda al hueso natural, aunque es mejor no traerlo.

Quizás el polvo blanco no es el material adecuado. Después de todo, el cuerpo no produce su hidroxiapatita a partir de polvo. Aunque se desconoce cómo lo hace, la estructura del material es tan simple que es relativamente fácil sintetizarlo en el laboratorio. En 1987, el doctor Richard Lagow de la Universidad de Texas, en Austin, anunció que podía fabricar dientes y huesos naturales.

Aproximadamente, 200 compañías interesadas lo acosaron, pero tenía mucho más que aprender antes de estar listo para instalar una fábrica de huesos. En la actualidad, los puede hacer prácticamente de cualquier tamaño, forma o densidad; ha experimentado con conejos, cerdos, perros y monos; ahora, algunos tejanos ya portan dientes postizos, que no lo son del todo.

Algunos de los conejos que recibieron injertos siguen viviendo tres años después de la implantación (se les quitó una rebanada de hueso de una pata y se les reemplazó por una de hidroxiapatita sintetizada, sostenida con un vástago de acero). El doctor Lagow se sorprendió al descubrir que los injertos artificiales gradualmente se convierten en hueso natural. Algunos ya han sido reemplazados en un 85%. Esto sucede en la misma forma en que el hueso crece naturalmente; en cualquier momento se regenera el 5% de los huesos de una persona. Primero unas células llamadas osteoclastos, que se producen en la médula ósea, disuelven el hueso con ácidos, y dejan pequeños cráteres. Luego, otras células, denominadas osteoblastos, rellenan los cráteres al sintetizar el hueso nuevo. Los capilares entran al hueso para llevar sangre y vida. Estas reacciones químicas sólo pueden suceder si los poros en la materia hidroxiapatita son del tamaño correcto. La ingeniería química del doctor Lagow rinde frutos. Los injertos óseos con silicio y otras sustancias, y los huesos de cadáveres no logran esto, por lo que nunca se vuelven tan fuertes como el hueso natural.

El uso de los huesos de cadáveres acarrea otros problemas también, primero porque están muertos; segundo, porque son de otro individuo. Aunque han sido irradiados con rayos X, para destruir todo el material genético, el sistema inmunológico del receptor algunas veces los rechaza. Además, cuando se injertan estos huesos en niños a quienes se han quitado huesos cancerosos, la cirugía tendrá que repetirse cuando el chico crezca, para injertarle huesos más grandes.

El uso del mineral del doctor Lagow para fundas y coronas dentales es muy práctico, porque éstas no necesitan crecer o soldarse al hueso natural. Se siente como un diente natural, porque lo es; se expande y contrae al variar la temperatura en el mismo grado que los otros dientes en la boca del paciente. Además, la porcelana utilizada normalmente para la corona es más dura que los dientes naturales, lo que puede desgastarlos. El cambio de las raíces dentales en el que una espiga de metal penetra en la quijada para sostener a una corona de porcelana, también se puede mejorar, ya que sólo dura entre cinco y diez años. Incluso, la versión más porosa del mineral puede aprovecharse para hacer una raíz que crezca dentro de la quijada.

La versión dental dura puede usarse para cambiar los vástagos y las articulaciones de metal en las caderas artificiales y otros injertos actuales. Mientras que en muchos laboratorios de Texas se intercambian y arreglan huesos en animales como piezas de juego en construcción, el doctor Lagow trata de encontrar formas para hacer dientes y huesos a temperaturas más bajas y con equipo más maniobrable. Esto permitiría que los cirujanos hicieran las formas que quisieran en la sala de operaciones y que los dentistas utilizaran el material para incrustaciones.


¿Qué problemas presenta el uso de huesos de cadáveres como prótesis?

A) Requieren de una renovación constante y se rompe con facilidad.

B) No crecen dentro del organismo y por lo común son rechazados.

C) Se disuelve lentamente en el cuerpo humano y lo daña.

D) Se endurece en el organismo y se contraen rápidamente.

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