“Gran parte de las culturas más antiguas poseen un relato que da cuenta del proceso de la creación del mundo y de la humanidad. Así es como, por ejemplo, la tradición judeocristiana recoge este relato en el Génesis bíblico, y una cultura centroamericana, como el pueblo quiché, lo hace mediante un texto conocido como Popol Vuh. En ambas narraciones míticas observamos rasgos comunes: la creación del mundo y de todas las cosas proviene de un ser superior; dicha creación se realiza a través de un acto fundacional que tiene por herramienta la palabra, esto es, Dios te va nombrando los objetos y los seres y éstos van siendo creados por el solo impulso de la voluntad divina. Resulta curioso constatar cómo este tipo de narraciones son comunes a la mayoría de las antiguas culturas humanas, sin distinción de épocas o lugares.
El Génesis es el primero de un conjunto de libros que componen la Biblia, cuyo nombre etimológicamente significa El Libro. La Biblia es, por tanto, El libro de los libros. Está dividido en dos partes: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Dentro del antiguo testamento los cinco primeros relatos reciben el nombre de Pentateuco, y son textos igualmente sagrados para la tradición judía y cristiana. El primero de estos relatos del Pentateuco es el Génesis”.
De acuerdo a lo leído, el Génesis quiché se llama: