6. Identifique la inferencia adecuada
Son múltiples las ventajas del aprendizaje de un nuevo idioma. Más allá del reto de ser capaz de pensar en idiomas distintos o del motivo más popular, el de hacer nuevos amigos, hay razones científicamente demostradas de la variedad de beneficios de esta actividad. Es un poderoso antídoto para sobrellevar mejores experiencias traumáticas de pérdida y síntomas depresivos en general. El tema resulta coherente con el de la observación del mundo exterior, la creatividad, cualquier cosa que consista en situar el foco de la atención fuera de los propios problemas, como elementos que nos ayudan a “volver a fluir”. También puede tener relación con la construcción de nuevas realidades, de nuevos “yo” cada vez que aprendemos un nuevo idioma.
Un estudio en psicología social afirma que hay una relación directa entre el conocimiento de distintos idiomas y las actitudes que muestran una mentalidad más abierta, más tolerante, más flexible, con menos ideas y estructuras preconcebidas. Las palabras con las que definimos la realidad cambian la percepción de la misma. Ser multilingüe puede mejorar tanto la memoria como la atención, llegando incluso a retrasar unos cinco años la aparición de la demencia en la vejez.