A qué trama pertenece:
El hombre pisó algo blanduzco, y enseguida sintió la mordedura en el pie. Saltó adelante,
y al volverse, con un juramento vio una yararacusú que, arrollada en sí misma, esperaba otro
ataque.
El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas de sangre engrosaban
dificultosamente, y sacó el machete de la cintura.
La víbora vio la amenaza y hundió más la cabeza en el centro mismo de su espiral; pero el
machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras.
Horacio Quiroga. A la deriva (fragmento)