SÓCRATES (…) Y por mi parte, si el torpedo, estando él mismo entorpecido, es como hace que los demás se entorpezcan, me parezco a él; pero si no, no. Porque no es teniendo yo claridad como induzco a confusión a los otros, sino que es estando yo en mayor confusión que nadie, como hago que lo estén los otros. Y así, ahora acerca de la virtud, qué es, yo desde luego no lo sé; tú, sin embargo, quizá si lo sabias antes de ponerte en contacto conmigo, y ahora, en cambio, parece como si no lo supieras. Aun así, estoy decidido a considerar e investigar contigo qué es.
MENÓN: ¿Y de qué manera vas a investigar, Sócrates, lo que no sabes en absoluto qué es? Porque, ¿qué es lo que, de entre cosas que no sabes, vas a proponerte como tema de investigación? O, aun en el caso favorable de que lo descubras, ¿cómo vas a saber qué es precisamente lo que tú no sabías?
SÓCRATES: Ya entiendo lo que quieres decir, Menón ¿Te das cuenta del argumento polémico que nos traes, a saber, que no es posible para el hombre investigar ni lo que sabe ni lo que no sabe? Pues ni sería capaz de investigar lo que sabe, puesto que lo sabe, y ninguna necesidad tiene un hombre así de investigación, ni lo que no sabe, puesto que ni siquiera sabe qué es lo que va investigar.
Tomado de Menón, 79 a-b. Ed. Gredos. Madrid
1. En el pasaje “…y por mi parte si el torpedo estando él mismo entorpecido, es como hace que los demás se entorpezcan, me parezco a él, pero si no, no” Sócrates.