Lectura Nº04 (UNMSM )
Sabíamos muy bien que ella era poderosa y que se adueñaba fácilmente de los espíritus de la casa. Habíamos observado cómo agazapada en las comidas fuertes, en los muelles sillones y hasta en los mediodías lánguidos de los boleros aprovecha cualquier instante de flaqueza para tender sobre nosotros sus brazos tentadores y sutiles y envolvemos suavemente, como la emanación de un pebetero.
Había, pues, que estar en guardia contras sus asechanzas; había que estar a la expectativa de nuestras debilidades. Nuestra habitación esta prevenida, diríase exorcizada contra ella. Habíamos atiborrado los estantes de libros, libros raros y preciosos que constantemente despertaban nuestra curiosidad y nos disponía al estudio. Habíamos coloreado las paredes con extraños dibujos que de día a día renovábamos para tener siempre alguna novedad o, por lo menos, la ilusión de una perpetua mudanza. Yo pintaba espectros y animales prehistóricos, y mi compañero trazaba con el pincel transparentes y arbitrarias alegorías que constituían para mí un enigma indescifrable, Teníamos, por último, una pequeña radiola en la cual en momentos de sumo peligro poníamos cantigas gregorianas, sonatas clásicas, o alguna fustigante pieza de jazz que comunicara a todo lo inerte una vibración de ballet.
Pregunta Nº01
¿Quién es el verdadero personaje principal del fragmento?