Lea el siguiente texto para contestar las preguntas 1 a 3:
¡Oh, dioses! ¡De qué modo culpan los mortales a las divinidades! Dicen de que las cosas malas les vienen de nosotros, y son ellos quienes se atraen con sus locuras infortunios no decretados por el destino. Así ocurrió con Egisto, que, oponiéndose a la voluntad del hado, se casó con la mujer legítima del Atrida: Agamenón y lo mató cuando volvió a su patria, aunque conocía la terrible muerte que padecería luego. Nosotros mismos le habíamos enviado a Hermes, el vigilante Argicida, con el fin de advertirle de que no lo matara ni pretendiera a su esposa, pues el Atrida Orestes había ____ tomar venganza no bien llegara a la juventud y sintiese el deseo que de volver a su tierra. Así se lo advirtió Hermes; pero no logró convencerlo, aun siendo tan excelente el consejo, y ahora Egisto lo ha pagado todo junto».
Canto I – La odisea