La tecnología dura se refiere a aquella que está relacionada con la producción de bienes tangibles, como máquinas, herramientas y dispositivos. Este tipo de tecnología se caracteriza por su enfoque en la fabricación de objetos físicos que pueden ser utilizados en diversos sectores, como la industria automotriz o la construcción. Por otro lado, la tecnología blanda se centra en procesos intangibles, como la gestión de recursos humanos o el desarrollo de software.
Ambas tecnologías, aunque diferentes, son complementarias. Por ejemplo, en una fábrica de automóviles, la tecnología dura se encarga de la producción de las piezas, mientras que la tecnología blanda gestiona la logística y la organización del personal.
Una de las siguientes opciones describe mejor la relación entre tecnología dura y blanda: