El perro que no ladraba
> Simón era un perrito muy especial. A diferencia de los demás perros, no le gustaba ladrar. Mientras sus amigos hacían ruido cuando veían gente o escuchaban un sonido extraño, Simón solo movía la cola y observaba con curiosidad.
Un día, su dueña, la señora Teresa, notó que algo andaba mal en el jardín. Algunas plantas estaban rotas y había huellas pequeñas cerca de los arbustos. “¿Quién se está metiendo por las noches?”, se preguntó.
Esa noche, la señora Teresa decidió quedarse despierta para vigilar. Se sentó junto a la ventana con una lámpara. De pronto, escuchó ruidos en el jardín. ¡Un mapache había entrado buscando comida!
Simón no ladró, como siempre. Pero esta vez corrió hacia la puerta, movía la cola con fuerza y daba vueltas. La señora Teresa entendió la señal. Abrió la puerta, encendió la lámpara, y el mapache salió corriendo.
A partir de ese día, supo que Simón no necesitaba ladrar para cuidar la casa. Su forma tranquila y atenta era igual de útil.
¿Qué tenía de especial el perro Simón?