La insulina se requiere para mover el exceso de glucosa en la sangre hasta las células del hígado y de los músculos. Las personas que no producen insulina o que sus células no responden a la acción de la insulina (resistencia a la insulina) sufren de diabetes mellitus tipo II.
Esta enfermedad se diagnostica cuando en un examen médico se le dan a beber 75 gramos de glucosa disuelta a un paciente en ayunas; su lectura de glucosa en sangre antes de esta dosis es superior a 126 mg/dl y dos horas después de la dosis es superior a 200 mg/dL. Esta enfermedad puede ser de origen genético pero hay otros factores que pueden incidir en su desarrollo. Entre estos factores está el sedentarismo y las dietas ricas en grasas saturadas, azucares refinados y con bajo contenido de fibra.
Un paciente presenta síntomas como sed continua, obesidad y sangre más espesa de lo normal, por lo que sospecha que tiene diabetes mellitus tipo II. El médico le ordena el examen descrito, para determinar si padece o no la enfermedad. En la gráfica se presentan los resultados del examen.
Con base en los resultados del examen, observe el dibujo. ¿Qué debe hacer el paciente con su sospecha de que padece de diabetes?