La religión descansa en la diferencia esencial que existe entre el hombre y el animal ¡los animales no tienen religión!. Pero. ¿En qué consiste esa diferencia esencial que hay entre el hombre y el animal? En la conciencia, pero la conciencia en sentido estricto. Pues la conciencia en el sentido de una sensación de sí mismo, de una capacidad de distinción sensible, no puede negarse a los animales. En cambio, la conciencia en sentido estricto sólo se encuentra allí, donde un ser tiene por objeto de reflexión su propio género, su propia esencia. El animal, por cierto, puede tener como objeto de su observación la propia individualidad y por eso tiene la sensación de sí mismo, pero no puede tener corno objeto su género. Por consiguiente, le falta aquella conciencia que deriva su nombre del saber.
Pero sólo un ser que tiene como objeto su propio género, su propia esencia, puede convertir en objeto otras cosas o esencias según su naturaleza esencial. La esencia del hombre, que lo distingue del animal, no es solo el fundamento, sino también el objeto de la religión. Pero la religión es la conciencia de lo infinito; es, por lo tanto, y no puede menos de ser, la conciencia que el hombre tiene de su ser, no limitado y finito, sino infinito.
SEGÚN EL TEXTO LEÍDO: ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es incompatible con el pensamiento del autor?