Prueba lectura critica

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Prueba lectura critica

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1st - 5th Grade

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Andrea JULIO

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6 questions

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1.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

10 mins • 1 pt

En nuestra sociedad, se tiende a pensar que el matrimonio, la base de la familia, se sostiene si hay confianza mutua y buena comunicación, así como si ambos miembros de la pareja trabajan unidos para resolver los conflictos y pasan tiempo junto. En resumen, su piedra angular es un amor maduro y sincero. No obstante, la idea de que este deba ser la razón última del enlace es bastante reciente: aparece en el siglo XVIII y se afianza en el siglo XIX, con el movimiento romántico. Hasta entonces el matrimonio era ante todo una institución económica y política demasiado trascendente como para dejarla en manos de los dos individuos implicados. En general, resultaba inconcebible que semejante acuerdo se basara en algo tan irracional como el enamoramiento. De hecho, no se inventó para que los hombres protegieran a las mujeres ni para que las explotaran. Se trataba de una alianza entre grupos que iba más allá de los familiares más cercanos o incluso los pequeños grupos.

Para la elite, era una manera excelente de consolidar la riqueza, fusionar recursos y forjar uniones políticas. Desde la edad media, la dote de boda de la mujer constituía el mayor ingreso de dinero, bienes o tierras que un hombre iba a recibir en toda su vida. Para los más pobres, también suponía una transacción económica que debía ser beneficiosa para la familia. Así, solía casar al hijo con la hija de quien tenía un campo colindante. El matrimonio se convirtió en la estructura que garantizaba la supervivencia de la familia extendida; que incluye los abuelos, hermanos, sobrinos…. Al contrario de lo que solemos creer, la imagen del marido trabajando fuera de la casa y la mujer haciéndose cargo de la misma es un producto reciente, de los años 50. Hasta entonces, la familia no se sostenía con un único proveedor, sino que todos sus integrantes contribuían al único negocio de la que esta dependía.

Que el matrimonio no se basara en el amor no quiere decir que las personas no se enamoraran. Sin embargo, en algunas culturas se trata de algo incompatible con el matrimonio. En la china tradicional, por ejemplo, una atracción excesiva entre esposos era tenida como una amenaza al respeto y la solidaridad debida a la familia. Es más, en tal ambiente, la palabra amor solo se aplicaba para describir las relaciones ilícitas. Fue en la década de 1920 cuando se inventó un término para designar el cariño entre conyugues. Una idea tan radicalmente nueva que exigía un vocabulario especial.

Aun hoy, muchas sociedades desaprueban la idea de que el amor sea el centro del matrimonio. Es el caso de los Fulbes africanos, del norte de Camerun “Muchas de sus mujeres niegan vehementemente cualquier apego hacia el marido”, asegura Helen A. Regis, del departamento de geografía y antropología de la universidad estatal de Luisiana. Otras, en cambio, aprueban el amor entre esposos, pero nunca antes de que el matrimonio haya cumplido su objetivo primordial.


Para el autor, el amor o el enamoramiento son:

Las bases fundamentales de del matrimonio y de la familia.

Amenazas al respecto y la solidaridad debida a la familia

Ideas solo recientemente vinculadas al matrimonio y a la familia

sentimientos irracionales que contradicen el deber ser del matrimonio

2.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

2 mins • 1 pt

En nuestra sociedad, se tiende a pensar que el matrimonio, la base de la familia, se sostiene si hay confianza mutua y buena comunicación, así como si ambos miembros de la pareja trabajan unidos para resolver los conflictos y pasan tiempo junto. En resumen, su piedra angular es un amor maduro y sincero. No obstante, la idea de que este deba ser la razón última del enlace es bastante reciente: aparece en el siglo XVIII y se afianza en el siglo XIX, con el movimiento romántico. Hasta entonces el matrimonio era ante todo una institución económica y política demasiado trascendente como para dejarla en manos de los dos individuos implicados. En general, resultaba inconcebible que semejante acuerdo se basara en algo tan irracional como el enamoramiento. De hecho, no se inventó para que los hombres protegieran a las mujeres ni para que las explotaran. Se trataba de una alianza entre grupos que iba más allá de los familiares más cercanos o incluso los pequeños grupos.

Para la elite, era una manera excelente de consolidar la riqueza, fusionar recursos y forjar uniones políticas. Desde la edad media, la dote de boda de la mujer constituía el mayor ingreso de dinero, bienes o tierras que un hombre iba a recibir en toda su vida. Para los más pobres, también suponía una transacción económica que debía ser beneficiosa para la familia. Así, solía casar al hijo con la hija de quien tenía un campo colindante. El matrimonio se convirtió en la estructura que garantizaba la supervivencia de la familia extendida; que incluye los abuelos, hermanos, sobrinos…. Al contrario de lo que solemos creer, la imagen del marido trabajando fuera de la casa y la mujer haciéndose cargo de la misma es un producto reciente, de los años 50. Hasta entonces, la familia no se sostenía con un único proveedor, sino que todos sus integrantes contribuían al único negocio de la que esta dependía.

Que el matrimonio no se basara en el amor no quiere decir que las personas no se enamoraran. Sin embargo, en algunas culturas se trata de algo incompatible con el matrimonio. En la china tradicional, por ejemplo, una atracción excesiva entre esposos era tenida como una amenaza al respeto y la solidaridad debida a la familia. Es más, en tal ambiente, la palabra amor solo se aplicaba para describir las relaciones ilícitas. Fue en la década de 1920 cuando se inventó un término para designar el cariño entre conyugues. Una idea tan radicalmente nueva que exigía un vocabulario especial.

Aun hoy, muchas sociedades desaprueban la idea de que el amor sea el centro del matrimonio. Es el caso de los Fulbes africanos, del norte de Camerun “Muchas de sus mujeres niegan vehementemente cualquier apego hacia el marido”, asegura Helen A. Regis, del departamento de geografía y antropología de la universidad estatal de Luisiana. Otras, en cambio, aprueban el amor entre esposos, pero nunca antes de que el matrimonio haya cumplido su objetivo primordial.


La función del conector " Sin embargo" del penúltimo párrafo es:

Introducir un nuevo tema de reflexión

contrastar la información anterior sin llegar a invalidarla

negar información suministrada previamente

agregar nuevos detalles acerca de lo dicho anteriormente

3.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

2 mins • 1 pt

En nuestra sociedad, se tiende a pensar que el matrimonio, la base de la familia, se sostiene si hay confianza mutua y buena comunicación, así como si ambos miembros de la pareja trabajan unidos para resolver los conflictos y pasan tiempo junto. En resumen, su piedra angular es un amor maduro y sincero. No obstante, la idea de que este deba ser la razón última del enlace es bastante reciente: aparece en el siglo XVIII y se afianza en el siglo XIX, con el movimiento romántico. Hasta entonces el matrimonio era ante todo una institución económica y política demasiado trascendente como para dejarla en manos de los dos individuos implicados. En general, resultaba inconcebible que semejante acuerdo se basara en algo tan irracional como el enamoramiento. De hecho, no se inventó para que los hombres protegieran a las mujeres ni para que las explotaran. Se trataba de una alianza entre grupos que iba más allá de los familiares más cercanos o incluso los pequeños grupos.

Para la elite, era una manera excelente de consolidar la riqueza, fusionar recursos y forjar uniones políticas. Desde la edad media, la dote de boda de la mujer constituía el mayor ingreso de dinero, bienes o tierras que un hombre iba a recibir en toda su vida. Para los más pobres, también suponía una transacción económica que debía ser beneficiosa para la familia. Así, solía casar al hijo con la hija de quien tenía un campo colindante. El matrimonio se convirtió en la estructura que garantizaba la supervivencia de la familia extendida; que incluye los abuelos, hermanos, sobrinos…. Al contrario de lo que solemos creer, la imagen del marido trabajando fuera de la casa y la mujer haciéndose cargo de la misma es un producto reciente, de los años 50. Hasta entonces, la familia no se sostenía con un único proveedor, sino que todos sus integrantes contribuían al único negocio de la que esta dependía.

Que el matrimonio no se basara en el amor no quiere decir que las personas no se enamoraran. Sin embargo, en algunas culturas se trata de algo incompatible con el matrimonio. En la china tradicional, por ejemplo, una atracción excesiva entre esposos era tenida como una amenaza al respeto y la solidaridad debida a la familia. Es más, en tal ambiente, la palabra amor solo se aplicaba para describir las relaciones ilícitas. Fue en la década de 1920 cuando se inventó un término para designar el cariño entre conyugues. Una idea tan radicalmente nueva que exigía un vocabulario especial.

Aun hoy, muchas sociedades desaprueban la idea de que el amor sea el centro del matrimonio. Es el caso de los Fulbes africanos, del norte de Camerun “Muchas de sus mujeres niegan vehementemente cualquier apego hacia el marido”, asegura Helen A. Regis, del departamento de geografía y antropología de la universidad estatal de Luisiana. Otras, en cambio, aprueban el amor entre esposos, pero nunca antes de que el matrimonio haya cumplido su objetivo primordial.

La palabra "Dote" del segundo párrafo puede reemplazarse, sin que la frase pierda su significado.

dinero de los familiares

aporte patrimonial

ahorro de la futura esposa

ceremonia matrimonial

4.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

2 mins • 1 pt

En nuestra sociedad, se tiende a pensar que el matrimonio, la base de la familia, se sostiene si hay confianza mutua y buena comunicación, así como si ambos miembros de la pareja trabajan unidos para resolver los conflictos y pasan tiempo junto. En resumen, su piedra angular es un amor maduro y sincero. No obstante, la idea de que este deba ser la razón última del enlace es bastante reciente: aparece en el siglo XVIII y se afianza en el siglo XIX, con el movimiento romántico. Hasta entonces el matrimonio era ante todo una institución económica y política demasiado trascendente como para dejarla en manos de los dos individuos implicados. En general, resultaba inconcebible que semejante acuerdo se basara en algo tan irracional como el enamoramiento. De hecho, no se inventó para que los hombres protegieran a las mujeres ni para que las explotaran. Se trataba de una alianza entre grupos que iba más allá de los familiares más cercanos o incluso los pequeños grupos.

Para la elite, era una manera excelente de consolidar la riqueza, fusionar recursos y forjar uniones políticas. Desde la edad media, la dote de boda de la mujer constituía el mayor ingreso de dinero, bienes o tierras que un hombre iba a recibir en toda su vida. Para los más pobres, también suponía una transacción económica que debía ser beneficiosa para la familia. Así, solía casar al hijo con la hija de quien tenía un campo colindante. El matrimonio se convirtió en la estructura que garantizaba la supervivencia de la familia extendida; que incluye los abuelos, hermanos, sobrinos…. Al contrario de lo que solemos creer, la imagen del marido trabajando fuera de la casa y la mujer haciéndose cargo de la misma es un producto reciente, de los años 50. Hasta entonces, la familia no se sostenía con un único proveedor, sino que todos sus integrantes contribuían al único negocio de la que esta dependía.

Que el matrimonio no se basara en el amor no quiere decir que las personas no se enamoraran. Sin embargo, en algunas culturas se trata de algo incompatible con el matrimonio. En la china tradicional, por ejemplo, una atracción excesiva entre esposos era tenida como una amenaza al respeto y la solidaridad debida a la familia. Es más, en tal ambiente, la palabra amor solo se aplicaba para describir las relaciones ilícitas. Fue en la década de 1920 cuando se inventó un término para designar el cariño entre conyugues. Una idea tan radicalmente nueva que exigía un vocabulario especial.

Aun hoy, muchas sociedades desaprueban la idea de que el amor sea el centro del matrimonio. Es el caso de los Fulbes africanos, del norte de Camerun “Muchas de sus mujeres niegan vehementemente cualquier apego hacia el marido”, asegura Helen A. Regis, del departamento de geografía y antropología de la universidad estatal de Luisiana. Otras, en cambio, aprueban el amor entre esposos, pero nunca antes de que el matrimonio haya cumplido su objetivo primordial.

El tercer párrafo del texto

Provee un ejemplo de que la asociación entre el amor y el matrimonio no es algo propio de todos los tiempos y culturas

Sintetiza las razones por las cuales en algunas culturas el enamoramiento y el matrimonio se consideran incompatibles

demuestra que en china el enamoramiento entre esposo era una amenaza al respeto y la solidaridad de la familia

presenta un paralelo entre las concepciones del amor y el matrimonio en la China tradicional y la China occidental

5.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

2 mins • 1 pt

En nuestra sociedad, se tiende a pensar que el matrimonio, la base de la familia, se sostiene si hay confianza mutua y buena comunicación, así como si ambos miembros de la pareja trabajan unidos para resolver los conflictos y pasan tiempo junto. En resumen, su piedra angular es un amor maduro y sincero. No obstante, la idea de que este deba ser la razón última del enlace es bastante reciente: aparece en el siglo XVIII y se afianza en el siglo XIX, con el movimiento romántico. Hasta entonces el matrimonio era ante todo una institución económica y política demasiado trascendente como para dejarla en manos de los dos individuos implicados. En general, resultaba inconcebible que semejante acuerdo se basara en algo tan irracional como el enamoramiento. De hecho, no se inventó para que los hombres protegieran a las mujeres ni para que las explotaran. Se trataba de una alianza entre grupos que iba más allá de los familiares más cercanos o incluso los pequeños grupos.

Para la elite, era una manera excelente de consolidar la riqueza, fusionar recursos y forjar uniones políticas. Desde la edad media, la dote de boda de la mujer constituía el mayor ingreso de dinero, bienes o tierras que un hombre iba a recibir en toda su vida. Para los más pobres, también suponía una transacción económica que debía ser beneficiosa para la familia. Así, solía casar al hijo con la hija de quien tenía un campo colindante. El matrimonio se convirtió en la estructura que garantizaba la supervivencia de la familia extendida; que incluye los abuelos, hermanos, sobrinos…. Al contrario de lo que solemos creer, la imagen del marido trabajando fuera de la casa y la mujer haciéndose cargo de la misma es un producto reciente, de los años 50. Hasta entonces, la familia no se sostenía con un único proveedor, sino que todos sus integrantes contribuían al único negocio de la que esta dependía.

Que el matrimonio no se basara en el amor no quiere decir que las personas no se enamoraran. Sin embargo, en algunas culturas se trata de algo incompatible con el matrimonio. En la china tradicional, por ejemplo, una atracción excesiva entre esposos era tenida como una amenaza al respeto y la solidaridad debida a la familia. Es más, en tal ambiente, la palabra amor solo se aplicaba para describir las relaciones ilícitas. Fue en la década de 1920 cuando se inventó un término para designar el cariño entre conyugues. Una idea tan radicalmente nueva que exigía un vocabulario especial.

Aun hoy, muchas sociedades desaprueban la idea de que el amor sea el centro del matrimonio. Es el caso de los Fulbes africanos, del norte de Camerun “Muchas de sus mujeres niegan vehementemente cualquier apego hacia el marido”, asegura Helen A. Regis, del departamento de geografía y antropología de la universidad estatal de Luisiana. Otras, en cambio, aprueban el amor entre esposos, pero nunca antes de que el matrimonio haya cumplido su objetivo primordial.

¿cual de los siguientes enunciados apoya la idea de que el amor maduro y sincero no siempre ha sido considerado como la base de la familia?

El matrimonio se consolido en el siglo XVIII como la principal forma de institucionalización del amor conyugal

Ambos miembros de la pareja deben poner mucho empeño para que el matrimonio se sostenga

En los años 50 se produjo una marcada distinción marcada entre los roles masculino y femenino en la familia

La idea del amor como la razón que ha de llevar al matrimonio surgió con el movimiento romántico en el siglo XVIII

6.

MULTIPLE CHOICE QUESTION

2 mins • 1 pt

En nuestra sociedad, se tiende a pensar que el matrimonio, la base de la familia, se sostiene si hay confianza mutua y buena comunicación, así como si ambos miembros de la pareja trabajan unidos para resolver los conflictos y pasan tiempo junto. En resumen, su piedra angular es un amor maduro y sincero. No obstante, la idea de que este deba ser la razón última del enlace es bastante reciente: aparece en el siglo XVIII y se afianza en el siglo XIX, con el movimiento romántico. Hasta entonces el matrimonio era ante todo una institución económica y política demasiado trascendente como para dejarla en manos de los dos individuos implicados. En general, resultaba inconcebible que semejante acuerdo se basara en algo tan irracional como el enamoramiento. De hecho, no se inventó para que los hombres protegieran a las mujeres ni para que las explotaran. Se trataba de una alianza entre grupos que iba más allá de los familiares más cercanos o incluso los pequeños grupos.

Para la elite, era una manera excelente de consolidar la riqueza, fusionar recursos y forjar uniones políticas. Desde la edad media, la dote de boda de la mujer constituía el mayor ingreso de dinero, bienes o tierras que un hombre iba a recibir en toda su vida. Para los más pobres, también suponía una transacción económica que debía ser beneficiosa para la familia. Así, solía casar al hijo con la hija de quien tenía un campo colindante. El matrimonio se convirtió en la estructura que garantizaba la supervivencia de la familia extendida; que incluye los abuelos, hermanos, sobrinos…. Al contrario de lo que solemos creer, la imagen del marido trabajando fuera de la casa y la mujer haciéndose cargo de la misma es un producto reciente, de los años 50. Hasta entonces, la familia no se sostenía con un único proveedor, sino que todos sus integrantes contribuían al único negocio de la que esta dependía.

Que el matrimonio no se basara en el amor no quiere decir que las personas no se enamoraran. Sin embargo, en algunas culturas se trata de algo incompatible con el matrimonio. En la china tradicional, por ejemplo, una atracción excesiva entre esposos era tenida como una amenaza al respeto y la solidaridad debida a la familia. Es más, en tal ambiente, la palabra amor solo se aplicaba para describir las relaciones ilícitas. Fue en la década de 1920 cuando se inventó un término para designar el cariño entre conyugues. Una idea tan radicalmente nueva que exigía un vocabulario especial.

Aun hoy, muchas sociedades desaprueban la idea de que el amor sea el centro del matrimonio. Es el caso de los Fulbes africanos, del norte de Camerun “Muchas de sus mujeres niegan vehementemente cualquier apego hacia el marido”, asegura Helen A. Regis, del departamento de geografía y antropología de la universidad estatal de Luisiana. Otras, en cambio, aprueban el amor entre esposos, pero nunca antes de que el matrimonio haya cumplido su objetivo primordial.

¿Cual de los siguientes ejemplos ilustra la idea de la familia como una institución política y económica?

En la sociedad china solo hasta la década de 1920 se acuño un termino para designar el cariño entre esposo.

Entre los Fulbes africanos es común que las mujeres nieguen amar a sus maridos.

En la edad media la mujer aportaba una dote en el momento de casarse

en los siglos XVIII y XIX cambio la idea de sobre cual es la base que sostiene la familia