El Principito
«Cuando se quiere ser ingenioso ocurre que se miente un poco. No he sido muy honesto cuando hablé de los faroleros. Corro el riesgo de dar una falsa idea de nuestro planeta a quienes no lo conocen. Los hombres ocupan muy poco lugar en la Tierra. Si los dos mil millones de habitantes que pueblan la Tierra estuviesen de pie y un poco apretados, como en un mitin, podrían alojarse fácilmente en una plaza pública de veinte millas de largo por veinte millas de ancho. Podría amontonarse a la humanidad sobre la más mínima islita del Pacífico.
Las personas grandes, sin duda, no os creerán. Se imaginan que ocupan mucho lugar. Se sienten importantes, como los baobabs. Les aconsejaréis, pues, que hagan el cálculo. Les agradará porque adornan las cifras. Pero no perdáis el tiempo en esta penitencia. Es inútil. Tened confianza en mí.
Una vez en tierra, el principito quedó muy sorprendido al no ver a nadie. Temía ya haberse equivocado de planeta, cuando un anillo de color de luna se revolvió en la arena.
– Buenas noches- Dijo al azar el principito.
– Buenas noches- Dijo la serpiente.
– ¿En qué planeta he caído? - Preguntó el principito.
– En la Tierra, en África- Respondió la serpiente.
– ¡Ah!… ¿No hay, pues, nadie en la Tierra?
– Esto es el desierto. En los desiertos no hay nadie. La Tierra es grande – dijo la serpiente.»
Tomado de: https://cutt.ly/wwedaCxe
Teniendo en cuenta la parte subrayada del texto, es posible inferir que el personaje: