El catequista

Primer colaborador del obispo en la educación de la fe, tiene la responsabilidad de animar, coordinar y dirigir la actividad catequística de la comunidad que le ha sido confiada.

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Esta figura se ha debilitado, pero su tarea es mostrar familiarmente al ahijado el uso del Evangelio en la vida propia y en el trato con la sociedad, ayudarles en las dudas y ansiedades y darle testimonio y velar por el incremento de su vida bautismal.

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Es el primer responsable de la catequesis en la diócesis, su tarea consiste en promover y preparar las diversas formas de catequesis necesarias para los fieles.

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Son quienes con frecuencia tienen mayores raíces en la fe cristiana y un pasado rico en experiencias. Su sabiduría es decisiva para el crecimiento de la fe.

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Sentirse llamado a esta vocación y recibir de la Iglesia la misión para ello permite diversos grados de dedicación, prestan un servicio valioso a la evangelización, asumen servir de manera organizada y estructurada:

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Son implicados en los programas catequísticos en lo que se refiere al primer anuncio, especialmente en el ámbito familiar, profesional y la caridad (presos, ancianos, jóvenes) con ayuda de sus esposas y posiblemente de sus hijos:

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Tienen a María como ejemplo, animan frecuentemente a las comunidades cristianas, encarnan la imagen de la maternidad, sabiendoa dar testimonio, incluso en momentos difíciles, de ternura y de la implicación de la iglesia.

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Su misión está basada en la participación en la obra creadora de Dios y es de ser los primeros catequistas de sus hijos, con su ejemplo diario para transmitir la belleza de la fe cristiana.

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La catequesis constituye un campo privilegiado para este grupo de personas, son las figuras más destacadas en l animación de la catequesis, su misión es hacer visibles las maravillas de Dios:

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