RESPONDA LAS PREGUNTAS 1 A 3 DE ACUERDO CON LA SIGUIENTE INFORMACIÓN
La invención de la imprenta, aunque ingeniosa, no es gran cosa comparada con la invención de las letras. Pero no sabemos quién fue el primero en iniciar el uso de las letras. Los hombres dicen que Cadmo, hijo de Agenor, rey de Fenicia, fue quien las trajo por vez primera a Grecia. Fue una invención beneficiosa para mantener la memoria del tiempo pasado y la vinculación de la humanidad, dispersada en tantas y tan distintas regiones de la tierra, y nada sencilla, pues procede de una cuidadosa observación de los diversos movimientos de la lengua, el paladar, los labios y otros órganos (…) todo ello con el fin de hacer el mayor número de diferencias entre caracteres, para recordarlos. Pero la más noble y beneficiosa invención de todas fue el LENGUAJE, que consiste en nombres o apelaciones y en su conexión, mediante las cuales, los hombres registran sus pensamientos, los recuerdan cuando han pasado y se los declaran también unos a otros para utilidad mutua y conversación, sin lo cual no habría existido entre los hombres ni república, ni sociedad, ni contrato, ni paz ni ninguna cosa que no esté presente entre los leones, osos y lobos. El primer autor del lenguaje fue el propio Dios, que instruyó a Adán en la denominación de las criaturas por él presentadas a su vista, aunque la Escritura no dice más de este asunto. Pero fue suficiente para llevarle a añadir más nombres a medida que iba dándole ocasión la experiencia y el uso de las criaturas, y para unirlas gradualmente a fin de hacerse comprender, y así, con el paso del tiempo, fue consiguiendo el hombre tanto lenguaje como cosas a designar, aunque no tan copioso como el requerido para un orador o un filósofo. Porque nada encuentro en la Escritura a partir de lo cual deducir directa o indirectamente que Adán recibió de Dios los nombres de todas las figuras, números, medidas, colores, sonidos, fantasías y acciones, y mucho menos los nombres de palabras y del lenguaje, como general, especial, afirmativo, negativo, optativo, infinitivo, todos los cuales son útiles; y menos aún los nombres de entidad, intencionalidad, quiddidad y otras palabras sin sentido de la Escolástica. Pero todo este lenguaje conseguido y aumentado por Adán y su posteridad se perdió de nuevo en la torre de Babel, cuando por la mano de Dios todo hombre fue castigado por su rebelión con un olvido de su lengua anterior. Y viéndose así forzados a dispersarse por las diversas partes del mundo, es necesario que la actual diversidad de lenguas proceda gradualmente de ellas, teniendo a la necesidad (madre de todas las invenciones) como maestra; y con el trascurso del tiempo esta diversidad se hizo en todas partes copiosa.
Tomado de: Hobbes, T. (2003). Leviatán. Buenos Aires: Losada.
1. Considere el fragmento subrayado en el texto. De acuerdo con el autor, el uso del lenguaje es la base de